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Yo empezaría con la palabra literalmente, señalando que la pregunta tal vez debería decir históricamente. Leer una historia literalmente no significa no es lo mismo que cree que sucedió en algún momento de la historia. Los eruditos bíblicos modernos, incluyendo a aquellos que son católicos, entienden la saga de la Creación, del Génesis, como la pieza central de la teología bíblica. Como tal, la exploran palabra por palabra, con gran cuidado. Génesis 1 es una confesión de fe, un himno de alabanza, y una tremenda respuesta a la pregunta: ¿Qué significa ser humano? Es “el encabezado bajo el cual se mantiene la Biblia”, como lo dijo el jesuita John Scullion. Nos dice que Dios es la fuente de todo lo que es –y los creyentes lo toman literalmente.
Una historia es para leerse como una historia: una narración que busca decirnos algo. Los antiguos narradores no compartían nuestra preferencia moderna por los eventos históricos: la verdad permanece cierta no importa si ocurre en ese momento o no. Es una marca de nuestra mortal autopercepción que tengamos debilidad por lo que pasa en la historia y seamos reluctantes a contemplar lo que pertenece a la inmortalidad. Los escritores del Génesis coleccionaron y adaptaron historias ya contadas en la tradición oral de Israel, pero no ocultaron las diferentes fuentes sino que las dejaron para realzar el entendimiento a través de apreciación de la complejidad de la verdad. Nosotros vemos trazas de estas recolecciones en las discrepancias, repeticiones y variedad de puntos de vista. Aquí hay algunas de las verdades que estos narradores esperaban asentar y preservar:
1. Dios es la última fuente de todo, por lo que sólo Dios debe ser adorado.
2. La triste historia de la humanidad es que continuamente nos reusamos a adorar sólo a Dios.
3. La palabra de Dios es un evento: cuando Dios habla, pasan cosas.
4. A la humanidad también se le dio la tarea de nombrar la realidad y compartir el dominio sobre la realidad.
5. Dios creó el mundo al establecer orden de la confusión –literalmente cosmos del caos, de acuerdo a la traducción griega. Dios llamó a este orden original “bueno” y “correcto”.
6. El pecado contradice la divina voluntad. Es la elección que hacemos del caos que no es buena ni correcta.
7. Nuestra libertad para elegir nos hace “como el padre, así el hijo”. Es la base de nuestra relación con Dios y nos eleva por encima de todas las otras criaturas.
8. Nuestras elecciones contrarias a la voluntad de Dios conducen al distanciamiento con Dios que es la carga del pecado. Llevaremos esta carga a través de la historia hasta que Dios restaure por completo nuestra relación.
¡Sería muy difícil obtener más verdad que ésta de una historia!
En línea
• "God's Beloved Creation" by Elizabeth Johnson (America 184 no. 13:8-12)
• “Peace with God the Creator, Peace with All of Creation,” message of Pope John Paul II for the World Day of Peace, 1990,
Libros
• Collegeville Bible Commentary Old Testament Volume 2: Genesis by Pauline A. Viviano (Liturgical Press, 1985)
• Genesis: A Commentary for Students, Teachers, and Preachers by John J. Scullion (Liturgical Press, 1992)
• And God Said What? An Introduction to Biblical Literary Forms by Margaret Nutting Ralph (Paulist Press, 2003)
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